Habitaciones amplias y limpias.

Tuve una estancia incómoda en el Hostal Altea Karma. Las toallas eran tan decepcionantes que no secaban adecuadamente, como si fueran de papel. También, noté que no había nadie en la recepción para ayudar con cualquier cuestión, lo cual fue molesto, especialmente cuando se necesitaba papel higiénico y no había forma de preguntar. Además, las zonas comunes no tenían calefacción la primera noche, lo que hizo que el ambiente fuera bastante desagradable.

La sorpresa de la terraza encantadora

Me encantó la terraza donde disfruté un tranquilo café al atardecer. Las áreas comunes tenían una buena energía y todo estaba muy limpio. La cocina era perfecta para preparar nuestras comidas.

Sin embargo, las toallas eran un gran inconveniente. no secaban nada y parecían de un material extraño. También, la calefacción en las áreas comunes no funcionó la primera noche, lo que fue un poco desagradable.

en este hostal, las toallas eran de un material tan raro que no secaban, como si fueran de plástico. Además, me sorprendió no encontrar a nadie a quien preguntar sobre la falta de papel higiénico. esperaba un trato especial por mi estancia, pero parece que aquí, todos somos iguales, qué decepción. casi escribo una buena reseña, pero.

cerca de todo lo esencial para un fin de semana perfecto

Disfruté de la cercanía al casco antiguo de Altea y a la playa de La Roda, perfectos para pasear y disfrutar del ambiente local. además, las habitaciones estaban muy limpias y el aire acondicionado funcionaba a la perfección, lo que hizo mi estancia muy cómoda.

Ubicación perfecta, a pasos de la playa.

Habitación amplia y decoración cuidada.

el hostal altea karma es una joyita. la hab era super amplia y limpia, y el café de la cocina común es muy rico. además, a un paso de la playa y el casco antiguo, perfecto para pasear. el aire acondicionado es top, se apaga al abrir la ventana, muy cómodo. en general, todo estuvo chido.

me faltó calidez en las áreas comunes y no había calefacción la primera noche.

os recomiendo este fantástico lugar for una corta temporada

Amplia habitación, cómoda cama, incluye aire acondicionado que se apaga automáticamente al abrir la ventana y conexión wi-fi gratuita que nos facilitó planear nuestro día. Además, hay acceso a la playa que está a solo unos pasos.

De verdad no hay nada que no me haya gustado.

La decoración del hostal es cuidada, la limpieza absoluta y la cama muy cómoda. Las habitaciones son amplias, lo que permite moverse con facilidad, además, el aire acondicionado funcionaba a la perfección. Aprecié mucho el café disponible en la cocina común, que complementó mis desayunos muy bien.

Las toallas eran un gran inconveniente, parecían de un material raro que no secaba. noté que las áreas comunes no tenían calefacción la primera noche.

Las habitaciones son modernas, amplias y muy limpias, lo que se agradece en un lugar de playa. La cocina común está tan bien equipada que pudimos preparar nuestras comidas de manera muy cómoda. Repetiré, sin duda.

La habitación era amplia y estaba muy limpia, pero las toallas no secaban bien.

Las habitaciones son amplias y muy limpias, con una bonita terraza para relajarte. La cocina está bien equipada para preparar tus comidas. Todo muy cerca de la playa y el casco antiguo (¡ideal para pasear! ).

Todo ha superado mis esperanzas.

Las habitaciones son amplias con una terraza, perfecta para disfrutar del aire fresco, aunque esté al ras de la calle. El ambiente es tranquilo en general, lo que hizo mi estadía más placentera.

La máquina de check-in resultó un poco problemática. solo entregó una tarjeta, complicando la entrada al no reconocer el localizador. Además, las toallas eran decepcionantes, casi como servilletas que no secan bien, y el ruido de la limpieza en la habitación contigua fue molesto en momentos inesperados.

El Hostal Altea Karma fue una grata sorpresa. Las habitaciones eran amplias y muy limpias, y el baño tenía una ducha cómoda. A mis niños les encantó el aire acondicionado, que funcionaba perfectamente y se apagaba automáticamente al abrir la ventana. La cocina común estaba muy bien equipada, lo que facilitó nuestras comidas.

Eché de menos que las áreas comunes tuvieran calefacción la primera noche.